Es una enfermedad donde la glándula tiroides produce más hormona tiroidea de lo normal. Es poco frecuente, pero puede dar síntomas y complicaciones significativas. Entre sus manifestaciones se encuentran la baja de peso, sudoración, palpitaciones, temblor de manos, insomnio y crisis de ansiedad. Como complicaciones en los casos más graves se puede afectar el corazón (arritmias o insuficiencia cardiaca) y los huesos (osteoporosis).
Tiene diferentes causas, pero la autoinmune es la más frecuente.
El tratamiento puede ser farmacológico con drogas antitiroideas, yodo radioactivo o cirugía dependiendo de la causa y la condición del paciente.
Las causas más frecuentes de hipertiroidismo son:
La Enfermedad de Graves: es la causa más frecuente de hipertiroidismo. Su origen es autoinmune, lo que quiere decir que es el propio sistema inmunitario el que ataca la glándula tiroides. Se observa crecimiento tiroideo o bocio y aumento en la producción de hormonas tiroideas. Pueden haber síntomas a nivel ocular (link a enfermedad tiroidea ocular)
El Bocio nodular tóxico corresponde a nódulos tiroideos únicos o múltiples que liberan un exceso de hormona tiroidea
La Tiroiditis subaguda, es una inflamación dolorosa de la tiroides, generalmente asociada a la presencia de un virus. Existen otros tipos de tiroiditis como la silente y la post parto, en las cuales no hay dolor en la región tiroidea.
El diagnóstico de Hipertiroidismo involucra la historia clínica, examen físico y exámenes de hormonas tiroideas (TSH, T4 y T3), lo que se puede complementar con otros estudios como captación de yodo, anticuerpos anti receptor de TSH (TRAb) y cintigrama tiroideo según cada caso.
El tratamiento depende de la causa, el tipo de paciente y la severidad.
Fármacos antitiroideos: disminuyen la producción de hormonas tiroideas. Como alternativas existe el propiltiouracilo, actualmente utilizado solo en el primer trimestre de embarazo, y el metimazol.
Yodo radioactivo: Cura el hipertiroidismo, pero tiene altas probabilidades de provocar un hipotiroidismo posterior, el que se controla con uso de hormonas tiroideas.
Cirugía: No es el tratamiento de elección salvo en casos puntuales, ya que tiene mayor riesgo de complicaciones y es de alto costo. En general se utiliza cuando los medicamentos antitiroideos o la terapia de yodo radioactivo no se consideran adecuados.
Beta Bloqueadores (propranolol, atenolol, entre otros): Estos medicamentos se utilizan para controlar los síntomas del hipertiroidismo.