La glándula hipófisis es la encargada de regular la producción hormonal de múltiples órganos endocrinos, como la tiroides, las suprarrenales, los ovarios y los testículos. La presencia de tumores, fármacos que la afectan o de inflamación o infarto de la hipófisis pueden provocar una disminución en su producción hormonal o hipopituitarismo, y con ello, el menor funcionamiento de las glándulas que dependen de ella. Se presenta clínicamente con síntomas sugerentes de hipotiroidismo, hipogonadismo o insuficiencia suprarrenal, entre otros (ver secciones específicas dedicadas a estos temas individuales). El diagnóstico se realiza objetivando la deficiencia de las hormonas hipofisarias y de las glándulas que dependen de ella a través de exámenes de laboratorio, y, muchas veces, con una resonancia magnética para identificar la causa. El tratamiento corresponde a la sustitución hormonal y al tratamiento de la causa (como cirugía de hipófisis o uso de fármacos específicos).

Las manifestaciones del hipopituitarismo dependerán de la hormona afectada: