Se define como la fecha de la última regla espontanea en la mujer que acontece alrededor de los 50 años y que se debe a la pérdida de los folículos ováricos y la falta de producción de estrógenos. Desde esa fecha no solo se termina la fertilidad, situación que venía declinando desde los 40 años, o incluso antes, sino que se asiste a un estado de hipogonadismo (o hipoestrogenismo) indefinido que trae una serie de consecuencias deletéreas para la salud. Entre los efectos deletéreos se encuentras los bochornos y sudoraciones nocturnas que suelen alterar la calidad de vida y el sueño nocturno, la atrofia urogenital con molestias locales y dolor para tener relaciones, aceleramiento de la pérdida de hueso con el riesgo futuro de osteoporosis y fracturas, aumento progresivo de peso corporal y mayor deterioro cardiovascular y cognitivo que el propio de la edad. En la actualidad se reconoce que la terapia hormonal de la menopausia está indicada en toda mujer sintomática que tenga alteración de su calidad de vida. Mientras dure el tratamiento se puede conseguir protección ósea, cardiovascular y enlentecer el envejecimiento. Existen alternativas de tratamiento hormonal por vía oral y por vía transdérmica (parches, geles de aplicación en la piel) cuya elección depende de cada caso y de la preferencia de la mujer. También existen terapias hormonales vaginales cuando la atrofia urogenital es el único síntoma que perturba. La duración de la terapia es variable y depende de la evolución de los síntomas y de otros factores.